Un paisaje salvaje de estepa con ondulantes colinas, cubiertas de nieve con una blancura cegadora en invierno, que alimentan los remolinos de los ríos en primavera, el sueño del aficionado al senderismo durante el verano de noches claras y durante el espectáculo de los colores otoñales, el cielo invernal que cobra vida con las mágicas luces centelleantes del norte: Laponia, la parte más norteña del país, es para muchos la región más excitante de Finlandia.
La provincia de Laponia se extiende desde su límite al sur, situado en la orilla norte del Báltico en el golfo de Botnia, a través de bosques que gradualmente se convierten en menos densos según el terreno comienza a subir hacia el norte. Esta región sigue siendo el hogar de una pequeña parte de la población de Finlandia, los indígenas lapones o samis, y podrás visitar en Inari un excelente museo dedicado a su cultura. La capital de provincia, y ciudad más grande Rovaniemi, está ubicada en el mismísimo círculo polar que atraviesa la zona, y aquí encontrarás también el único y verdadero hogar del habitante más popular de Finlandia: Papá Noel. El Pueblo de Papá Noel incluye una oficina de correos donde se manejan las cartas escritas y enviadas por los niños desde todos los rincones del mundo a este viejo caballero. Tendrás también la oportunidad de conocer a Papá Noel en persona y de hacerte una foto con él en su cueva. También muy cerca está el parque temático navideño SantaPark.
Pero Laponia es mucho más que Papá Noel y los renos – aunque estos personajes forman una parte importante y visible de la cultura lapona, y posiblemente encuentres más renos que personas en tus excursiones a través de esta parte del globo, tan escasamente habitada. Las oportunidades de realizar actividades al aire libre son realmente infinitas: las estepas y montañas del extremo norte forman un territorio fantástico y tentador para hacer senderismo, y su popularidad entre los aficionados al mountain bike sigue creciendo. La zona de los ríos que marca la frontera con Suecia, desde Kilpisjärvi en el norte hasta Tornio en el sur, es perfecta para excursiones en canoas, y también para rafting en determinados tramos de los rápidos, y los lagos y ríos omnipresentes ofrecen fértiles aguas para practicar la pesca. También existe la posibilidad de probar buscar oro. En invierno, los centros de deporte de Levi, Saariselkä, Ruka y Olos – sólo por nombrar algunos – recobran vida y abren sus pistas de esquí alpino y sus senderos de esquí nórdico. Safaris en motos de nieve, trineos de reno y trineos de perros te llevan a través de los bosques por los valles y cruzando las colinas, incluso podrás pasar la noche en un iglú.
No obstante, la mayor parte de los alojamientos es más convencional, y no hay ninguna escasez de hoteles cálidos y bien equipados, cabañas de troncos y chalets con ambiente agradable, así como restaurantes soberbios donde podrás degustar las delicias locales de reno, pescado fresco y las exóticas bayas silvestres, los camemoros. Y si al día siguiente te atreves a salir al frío de la calle – con temperaturas tan bajas como -30º C.